Notas desde el Fuerte:
Las fronteras
Las zonas fronterizas son los espacios geográficos, económicos, culturales e ideológicos donde los individuos se encuentran y forjan algo nuevo. Ahí es donde empezamos y donde seguimos hoy. Esos encuentros no siempre son amables, civiles o incluso mutuamente beneficiosos. Para entrar en las tierras fronterizas, hay que estar dispuesto a afrontar retos nuevos y desconocidos que a veces pueden parecer desalentadores. Exige convertirse en algo distinto de lo que éramos y dejar atrás lo que hemos sido. Nos cambia.
En su fundación, Fort Worth -el Fuerte- trajo consigo un gobierno y leyes a lo que entonces se conocía como la frontera occidental. En un juzgado federal del Distrito Norte de Texas, en Fort Worth, un águila dorada, emblema del tribunal y de nuestra nación, descansa sobre el estrado. Encima de ella, grabada en piedra, hay una inscripción que dice: "La razón es la vida de la Ley...." Nuestra nación fue concebida sobre la noción lockeana de que a través de la Razón podía establecerse un sistema de gobierno, con el consentimiento de los gobernados, que mediante sus leyes pudiera asegurar los derechos individuales a la vida, la libertad y la búsqueda de nuestra felicidad. Y fue la promesa que se hizo cuando el Fuerte y nuestro país entraron en estas tierras fronterizas.
El fuerte creó nuevos espacios en las tierras fronterizas existentes ya ocupadas por otros que vivían aquí siglos antes de que el fuerte entrara en el paisaje. Se construyeron otros fuertes, empujando la frontera occidental de nuestro país hacia los confines más remotos del oeste de Texas, habitado por otros durante siglos, como mis antepasados.
Es en estas tierras fronterizas entre el Fuerte - "Donde comienza el Oeste"- y el extremo oeste de Texas, donde nací y crecí, donde vivo y donde he ejercido la abogacía durante más de treinta años. Durante este tiempo, he sido testigo y he participado en miles de encuentros diarios entre las personas y la ley. Estos encuentros son pruebas diarias de la promesa hecha por nuestro gobierno de que la Razón y la ley pueden garantizar nuestros derechos y nuestra felicidad. En general, creo que esa promesa se ha cumplido.
En estas Notas, escribiré sobre mi ejercicio de la abogacía y mi vida en estas tierras fronterizas. Espero que lo que escribo aquí pueda serle útil y útil en sus encuentros. Como he dicho antes, estos encuentros no siempre son amables, civiles o mutuamente beneficiosos, pero siempre son significativos aunque no lo parezcan.
Si no encuentra la respuesta a lo que busca en estos artículos, llámeme. Si yo no puedo darle las respuestas, haré todo lo posible por encontrarle a alguien que sí pueda.